no los modelos de las fotos de libros
de los escritores que escriben su fea tristeza
y editoriales que ilustran queriendo venderla.
Se tiran de pisos altos,
se cortan las venas,
se pegan un tiro.
Dejan su sombra como testimonio
que para siempre acompaña a su soledad abandonada
tirada en el piso, encerrada en un cuerpo.
Sus miradas se pierden por fin en un punto,
unico y lejano de culpas pasadas.
Sus miradas duermen sin mirar nada,
ya no tiembla nada en sus labios muertos.
Decidieron vaciarse,
vertirse en la tierra,
besar a distancia
para siempre las frentes de amigos fieles.
Ni locura ni cobardia, insatisfaccion pura,
por fin arrojada bien lejos del cuerpo.

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