no sé si morirá en Montevideo, Toulouse o Buenos Aires,
su avión partió de una Medellín no parisina,
su estilo no se descarga del ARES.
La mil narices aliviadas cantan tus estrofas
hechas de rimas y trapecios inconscientes,
y espejos retrovisores para mirar las horas
que perdimos y perderemos mirando al sol de frente.
Una luna a media asta jura que es insomnio
pero los dos sabemos que insomnio es otra cosa.
Está escrita en tu lengua la cruz del tesoro,
siempre supimos que el oro es custodiado por saliva.
Tus mensajes daltónicos llegan a la orilla
envueltos en botellas vacías y en detalles
que se asoman como espadas desvestidas
con la vocación de enterrarse entre mi carne.
Sobreviviente de las vigilias de elite:
una página suelta en tu Moleskine
está escrita con mi letra de hoy
y mi sombrero descuelga del cielo un merecido CHAPEAU
dedicado al Clarividente Daltónico
No hay comentarios:
Publicar un comentario