miércoles, 25 de febrero de 2009

Balas perdidas y meteorología

Como si Dios te esperara con todas las uñas que te has cortado,
así te esperan en el banco los señores de traje a rayas
que se juntan en el infinito, mas alla del fondo del mar,
donde no hay anzuelo tangible ni solucion posible.

Las casualidades dan catedra de destino y no lo notas,
balas perdidas que apuntaron a otros ojos verdes,
pieles que no saben por qué surgieron negras,
lunares aleatorios que no saben esconderse.

Puñales repartidos con ira en todas partes,
así son las heridas mortales casi siempre,
por la misma razon que la paloma se posa en la rama
que da a tu ventana y no en la de enfrente.

En un mar de tangentes caprichosas nos rozamos
y casi te regalo un cielo de estrellas de mañana
que será el manto que cubra una noche desvelada
pero la luna me salio horrible y me arrepentí

esta luna sí ha quedado hermosa
-retrato de mi amigo Fernando Arias-

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