sábado, 7 de febrero de 2009

Crónica de un resurgimiento

Mejor que te corran leones en la selva
que caerse en un acantilado subconsciente,
después pastillas sublinguales y ostracismo...
doce horas de sueño y doce horas de sobra.

Se congelan las aguas de tus sueños
y por ahí cruzan los recuerdos dolientes
a plantar su bandera en tu pecho,
a rociarte de combustible e incendiarte.

En medio llegan los amigos de visita
y ven el deterioro que pretendes ocultar,
un charco de vómito del alma
donde moja el pan la angustia y te come crudo.

No me preguntes cómo pero salís
y volvés al mismo acantilado y tirás
un avión de papel de poemas que se pierde
en un rincón que antes fue el fondo del mar.

Y aunque de contrabando pasen un par de sueños de ayer
y aunque las margaritas sigan siendo impares
no caeré en eso de buscarme en tus ojos
por azules que sean no son el mar que busco.

Un imperfecto emisor de sonrisas bobas,
ni siquiera feliz, te lo aseguro,
pero ya es otra cosa abrazar a los amigos
con el alma entera y en su sitio

dedicado a Goneipi & NewJanine

No hay comentarios: