viernes, 7 de noviembre de 2008

Mis manos

Los leones duermen en las jaulas
y mis dedos duermen en mi mano,
que solo sabe agarrarse de guitarras...
nunca te matarán con un disparo.

Escrito en mi mano el destino,
en mi mano o en la de cualquiera.
Yo leo tus ojos por capricho,
por belleza, porque son espejos...

Espejos no del destino,
espejos de lo que yo quiero,
de mis ojos buscando el brillo
en dos diamantes verdes.

El cabello suelto de la muerte
da latigazos en mi mano
que esconde el destino que es tocarte
mientras me voy apagando.

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