viernes, 26 de junio de 2009

Solo & no

Cisnes que se agarran en el medio del lago
luchan por sus anhelos,
son tan ladinos como mis vecinos
que suben la radio
cuando de repente pido ayuda.
Sé que ese es mi problema
y aunque me han curado ya varias lenguas
mi tango resucita,
está hecho de pericias de sombras
y de sospechas.

Será que estoy solo y no
y que mi jaque pastor
no puede hacer daño.
Tendré que olvidar el stress
y en el casino perder
los secretos que me he guardado.

El codigo de barras impreso en tu ombligo
y tus credenciales
dicen menos que tu cama deshecha
de lo que tu eres,
ven a mis brazos si lo que tu quieres
se parece a la alquimia.
Me gusta trazarte el campo de batalla
y me gusta el naufragio,
estar buscando la orilla de tu vientre,
morder el anzuelo...

Será que estoy solo y no
y que mi jaque pastor
no puede hacer daño.
Tendré que olvidar el stress
y en el casino perder
los secretos que me he guardado

"Humanity (man)" by Lucie & Simon

lunes, 15 de junio de 2009

Extremo blindado

Mi ombligo se harta de ser un detalle,
una union inexacta y acabada,
un portal de dos mundos ajenos,
un verso que rima con frío en tu cama.

Y yo me harto de estar estampado
con ese ojo ciego y undido,
de dudar si está cerrado,
de beber con dos hielos mi alivio.

Recortados por el hacha de un Dios
que nos obliga a nacer de esta manera,
a ser imperfectos de nacimiento,
a humillarnos por ser carne a medio cerrar.

Te puede faltar un brazo, una pierna;
puedes ser sordo o ciego,
o estar unido a tu hermano por el craneo,
pero indefectiblemente tienes ombligo...

Ahí está para decirte que sos hijo,
que estás sellado por los que te quitaron,
que saliste de un agujero que jamás viste,
como si fueras lava de un volcán callado.

Después de matar todo a tu paso
te callarás para siempre,
y en la orilla de un mar adulterado
te vas haciendo ceniza durmiente

ilustración by Michael Clancey

viernes, 5 de junio de 2009

Piezas comidas

Dicen que hay mundo a la otra orilla de tus labios
yo solo conozco muros de leones disecados.
Hay un punto que se mueve y si lo tocas
vuelves a donde empiezan las huellas del que se fue.

Mucho café, muchos insomnios, muchas leyendas
trenzadas en una orgía acabada
que como los campos de batalla no dicen nada
de aquello que fueron cuando fueron algo.

Ahora no hay rastros ni árboles... no hay nada...
Semillas que no brotaron ni en la lengua del diablo.
Impuestos por cada pétalo arrancado,
mil sueños olvidados por cada almohada.

Dicen que hay telarañas adornando las espadas
testigos falsos de nuestras guerras premeditadas.
Hay un león rugiendo en cada verso
y hay cebras de sobra en el freezer de la manada.

Muchas cagadas, muchos hoteles, mucho equipaje
son las valijas del pensamiento,
son los cimientos de un domingo de invierno
que juegan a colgarnos sogas en cada marco.

Ahora no hay balas ni pastillas... no hay cornisa...
Un jaque mate eterno en la próxima jugada.
Me acechan tu fichas blancas, que son las mías,
y mis piezas negras defienden a un rey sin dama

"Chairs" by Marcus Doyle
http://www.marcusdoyle.co.uk/

jueves, 4 de junio de 2009

Una apropiada catarsis

Adanes y Evas sin ombligo
jamás comieron del fruto caído.
No hubo pecado ni relojes,
tampoco esos eran sus nombres;
él siempre fue Fando y ella Lis
y se terminaron la botella de anís.

Diane Arbus me manda por mail
fotos de barbas que nunca vi.
Antes que se eche a llover
Sabina descorcha su abril
y bebe y se olvida después
del paraguas de Caín.

Dicen que a Cantor no se le ocurrió
poner las llaves en el ascensor
y hubo que esperar al cerrajero,
el mismo que hizo las llaves de Pedro,
y yo sigo sin abrir el candado
de la jaula de un loro mal hablado.

Y llamé al delivery del oasis,
le di diez horas de propina.
Se las gastó fumando cannabis
y después escuché las bocinas,
era hora de una apropiada catarsis
y le saqué al pescado las espinas.

Borges fue ciego, Beethoven sordo
y tu saliva es mi petróleo.
Te espero en la calle del circo
para no tomar un té a las cinco,
y cuando llegues te tengo una sorpresa:
un anillo, un dedo y la mano entera.

Se abrió la caja del viento a mi favor
y el búho se agarra fuerte de las ramas
de un árbol sin raíz, ni copa, ni sudor,
del jardín de las ventanas cerradas,
y Dios es un francotirador
del ejército de las culpas interiorizadas.

Antes de hacerme adicto a la cafeína
imanté tus ojos en una bobina,
y ahora desvío tus miradas
a mi gusto con una cuchara.
Todavía no sé para qué,
será hora de retomar el ajedrez.

Un enroque de nieve y primavera,
y el síndrome del medio vaso vacío,
las uvas, Lázaro y el ciego,
y los zancos donde viajan los destinos,
tambaleantes, sin más destreza
que beber a sorbos tus suspiros

"La tentación de San Antonio" by Salvador Dalí
http://www.salvador-dali.org/