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Cisnes que se agarran en el medio del lagoluchan por sus anhelos,son tan ladinos como mis vecinosque suben la radiocuando de repente pido ayuda.Sé que ese es mi problemay aunque me han curado ya varias lenguasmi tango resucita,está hecho de pericias de sombrasy de sospechas.Será que estoy solo y noy que mi jaque pastorno puede hacer daño.Tendré que olvidar el stressy en el casino perderlos secretos que me he guardado.El codigo de barras impreso en tu ombligoy tus credencialesdicen menos que tu cama deshechade lo que tu eres,ven a mis brazos si lo que tu quieresse parece a la alquimia.Me gusta trazarte el campo de batallay me gusta el naufragio,estar buscando la orilla de tu vientre,morder el anzuelo...Será que estoy solo y noy que mi jaque pastorno puede hacer daño.Tendré que olvidar el stressy en el casino perderlos secretos que me he guardado
Mi ombligo se harta de ser un detalle,una union inexacta y acabada,un portal de dos mundos ajenos,un verso que rima con frío en tu cama.Y yo me harto de estar estampadocon ese ojo ciego y undido,de dudar si está cerrado,de beber con dos hielos mi alivio.Recortados por el hacha de un Diosque nos obliga a nacer de esta manera,a ser imperfectos de nacimiento,a humillarnos por ser carne a medio cerrar.Te puede faltar un brazo, una pierna;puedes ser sordo o ciego,o estar unido a tu hermano por el craneo,pero indefectiblemente tienes ombligo...Ahí está para decirte que sos hijo,que estás sellado por los que te quitaron,que saliste de un agujero que jamás viste,como si fueras lava de un volcán callado.Después de matar todo a tu pasote callarás para siempre,y en la orilla de un mar adulteradote vas haciendo ceniza durmiente
Dicen que hay mundo a la otra orilla de tus labiosyo solo conozco muros de leones disecados.Hay un punto que se mueve y si lo tocasvuelves a donde empiezan las huellas del que se fue.Mucho café, muchos insomnios, muchas leyendastrenzadas en una orgía acabadaque como los campos de batalla no dicen nadade aquello que fueron cuando fueron algo.Ahora no hay rastros ni árboles... no hay nada...Semillas que no brotaron ni en la lengua del diablo.Impuestos por cada pétalo arrancado,mil sueños olvidados por cada almohada.Dicen que hay telarañas adornando las espadastestigos falsos de nuestras guerras premeditadas.Hay un león rugiendo en cada versoy hay cebras de sobra en el freezer de la manada.Muchas cagadas, muchos hoteles, mucho equipajeson las valijas del pensamiento,son los cimientos de un domingo de inviernoque juegan a colgarnos sogas en cada marco.Ahora no hay balas ni pastillas... no hay cornisa...Un jaque mate eterno en la próxima jugada.Me acechan tu fichas blancas, que son las mías,y mis piezas negras defienden a un rey sin dama
Adanes y Evas sin ombligojamás comieron del fruto caído.No hubo pecado ni relojes,tampoco esos eran sus nombres;él siempre fue Fando y ella Lisy se terminaron la botella de anís.Diane Arbus me manda por mailfotos de barbas que nunca vi.Antes que se eche a lloverSabina descorcha su abrily bebe y se olvida despuésdel paraguas de Caín.Dicen que a Cantor no se le ocurrióponer las llaves en el ascensory hubo que esperar al cerrajero,el mismo que hizo las llaves de Pedro,y yo sigo sin abrir el candadode la jaula de un loro mal hablado.Y llamé al delivery del oasis,le di diez horas de propina.Se las gastó fumando cannabisy después escuché las bocinas,era hora de una apropiada catarsisy le saqué al pescado las espinas.Borges fue ciego, Beethoven sordoy tu saliva es mi petróleo.Te espero en la calle del circopara no tomar un té a las cinco,y cuando llegues te tengo una sorpresa:un anillo, un dedo y la mano entera.Se abrió la caja del viento a mi favory el búho se agarra fuerte de las ramasde un árbol sin raíz, ni copa, ni sudor,del jardín de las ventanas cerradas,y Dios es un francotiradordel ejército de las culpas interiorizadas.Antes de hacerme adicto a la cafeínaimanté tus ojos en una bobina,y ahora desvío tus miradasa mi gusto con una cuchara.Todavía no sé para qué,será hora de retomar el ajedrez.Un enroque de nieve y primavera,y el síndrome del medio vaso vacío,las uvas, Lázaro y el ciego,y los zancos donde viajan los destinos,tambaleantes, sin más destrezaque beber a sorbos tus suspiros"La tentación de San Antonio" by Salvador Dalí
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