lunes, 15 de febrero de 2010

Kilómetro 2π

Tengo menos oído que una escalera mecánica
y menos guitarras que una caverna primitiva...
Si tuviera que escupir tu palacio no te pediría permiso
y si vomito en tu pelo tengo el perdón de los dioses.

En un Banco en las Bahamas guardo una centena de cadáveres
cuyos ojos me sirven para mirar el mundo desierto...
Las ex novias de Lot se han hecho estatuas de pimienta
y sus hijos han mutado a cajas de zapatos talle 46

El reloj es una puta madre que no para de atender,
que no para de parir, que no para de cobrar...
Y no hay insecticida para matar a los carteros
que traen las facturas del gas y tus garabatos de ayer.

Los ventrilocuos van diciendo lo que dicta un loro mal hablado
que estuvo posado por años en el hombro del pirata, tu madre,
león ciego en las tinieblas grises y rosas,
rosas sí, como el algodón dulce que no terminas de acabar.

Han hecho leña con aquel árbol de puñales de tu patio
los inquilinos de la casa de al lado, los vecinos de arriba,
solo queda el sótano y las telarañas y las pestañas que aun no cayeron
y las gaviotas que buscan peces en el mar de tu boca cerrada.

Los cuatro dinosaurios se reúnen para establecer cómo desaparecieron
y los peones comidos de ajedrez cuentan sus historias de jaque al rey
mientras el sol se pone y se saca vaya uno a saber de dónde,
un lugar que seguro no es la ventana a otro mundo
sino el kilómetro cero, o más bien 2π, de esta espiral esquizoide

"El ojo cacodilato" by Francis Picabia
http://www.picabia.com/

miércoles, 10 de febrero de 2010

Los penetrados

Polillas muertas encerradas en el globo de la luz,
ciegas y golpeando sus rostros contra las rejas ardientes.
Carne de velas derretidas en candelabros tallados,
cadáver de cera sin forma y un fósforo apagado es el último latido.
Nacer es estar condenado a muerte...

Flores artificiales a merced del rocío
incrustadas en la tierra con una estética macabra y estudiada,
como maniquíes hablando en señas, diciéndose que nos odian.
Vidrios que anteayer eran una botella sudan como anteayer
cuando llevaban cerveza que alguien vació en un vaso.

En cada pixel de este cuadro está encerrada la pornografía de existir,
de haber existido en ese racimo de uvas arrancadas,
de pasar por migraciones de reojo y reafirmándose por dentro
que el océano, la piel y el idioma son detalles,
así como los adoquines de la Torre de Babel no son herejes.

Híbrido de carne y huesos, espejado por dentro, como todos,
sin corbata, es decir desnudo, mirándome al espejo y escribiendo en él
estas estrofas traducidas, de alguien con quien nunca hablé,
tomadas prestadas, como son prestados los ojos, los ombligos y las lenguas,
donde cada sílaba es un agujero de bala en mi voz muda.

La palabra es: penetrados; La pronuncian las bocas que han acogido
en sus submmundos los submundos de los otros.
Soy poeta escribiendo en el consulado de esta madrugada a medias
y el resto del tiempo soy lo que queda después del orgasmo
de esta burocracia de pasaportes, todos falsos, porque no soy el de la foto

"Los penetrados" by Santiago Sierra
http://www.santiago-sierra.com/

martes, 9 de febrero de 2010

La columna rota

Una diosa azteca dando a luz un guerrero
como si uno se pariese a sí mismo para perder la batalla
contra la carne derrumbada y los enésimos golpes bajos,
y entre madres muertas y vígenes de amargura
clavar nuestros puñales inconscientes en sus rostros.

Esta no Madonna con niño y esta niña con máscara de muerte
son mitades huérfanas que juegan solas a vomitar candados
cuyas llaves imaginarias se extraviaron en la cirugía,
allí donde todas las huellas del pasamanos la atravesaron sin tocarla
y con pinzas la retocaron los cirujanos para rearmarla.

Naturalezas semimuertas y ambiguamente sexuadas
florecieron la primavera impar que duró lo que dura un río de Heráclito
mientras sus márgenes no sufren por dejarlo fluir a otras camas.
Como Van Gogh se quitó la oreja, ella se cortó el pelo
y mechón por mechón creció de nuevo y se hizo trenza.

La bisexualidad y la esquizofrenia se confunden en un bosque,
desnudas y mirándose, en blanco y negro, como si el mundo fuera un punto ciego.
Donde los hombres tienen cara de masa de pan sin cocer
allí mismo cuelga su vestido como bandera a media asta
y las dos Fridas se desangran en compañía aunque disjuntas.

Este cuerpo lleno de clavos y dramáticamente abierto
es lo que queda agarrado con corsé de acero a esta columna rota.
Crucificada por dentro y por fuera, tres veces infértil,
flor deshojada de la vida, carne de narcóticos,
destino de cuello ortopédico y silla de ruedas, de puré intravenoso...

La sucesión de autorretratos terminó con una pierna menos,
con dos intentos de suicidio, sin el boceto de una autopsia.
Quizá el marxismo dé salud a otros enfermos
mientras tus cenizas no me escuchan y yo te confieso
que cierro los ojos y te veo haciendo tres cosas: pintar, pintar y pintar

"La columna rota" by Frida Kahlo
http://www.fkahlo.com/

martes, 2 de febrero de 2010

Escenas de junio francés

Como siameses por la ortopedia, refundada en anillos,
nos anclamos en los huesos perfumados y en los ojos
que no nos pertenecen, que son tuyos o son míos,
propiedad privada del hedonismo ajeno o propio.

Dos juegos de llaves de esta cerradura forzada
se acarician y se mienten por debajo de las sábanas.
Se ponen trampas de osos en el pozo de cada diálogo absurdo
y se suceden escenas de junio francés en cada desayuno.

Solo sé que las serpientes suelen comerse entre ellas
y que no hay semáforo que ordene el tránsito del placer tántrico,
ni la doble vía de una cama en ruinas detiene el tiempo
que se pierde cuando lo único que se busca es
el diente por diente.

Un film en tiempo irreal y un bisturí perdido en mi tórax
son las excusas más verdaderas que puedo ofrecerte
mientras buscas en mi entrepierna un par de horas
y en lo blanco del ojo lo que queda de aquel primer viernes

El secuestro de semanas, de meses y de años
y los rescates nunca pagos más los alquileres adeudados
son las migas que arrojamos en la plaza
para que coman las palomas y los psiquiatras.

No sé si soy tu planta carnívora o tu carne picada,
o un barco encerrado en la botella de tu aceite usado.
Murcielagos salen volando de tus ojos cada vez que no me miras
y tiemblan los floreros mitad por la arena mojada
y mitad por reflejo

"Teenage Couple" by Diane Arbus